Taller de cocina con productos ecológicos en la residencia Goizalde
martes, octubre 3rd, 2017La estructura organizativa de base del movimiento Slow Food se llama convivium, cuyo significado remite al banquete, reencuentro en torno a la mesa no sólo para compartir la comida sino para favorecer el diálogo, la reflexión y el placer de la sociabilidad. Éste acaso sea el aspecto más alto y más noble que la cultura del alimento haya sabido consolidar en el tiempo.
La sociabilidad, el intercambio de ideas y experiencias, la afectividad, la jocosidad amistosa e incluso la consolidación de los pactos de trabajo: todo ello se produce a través de la compartición de la comida.
La convivialidad refuerza la búsqueda del bien común y la capacidad de cada ser de modelar su propio avenir generando eficiencia sin degradar el ambiente. Bien visto, la pequeña producción agrícola, la economía local vinculada al territorio, los artesanos de la alimentación, pueden ser los verdaderos protagonistas de la convivialidad.
La convivialidad en su doble significado (la comida y la sociabilidad), es un componente indispensable para el bienestar de la humanidad y se puede expresar con gran creatividad y de formas diferentes en los diversos terruños del mundo.